Mi nombre real es Marcela Leguizamón, nací en San Nicolás de los Arroyos, al norte de Buenos Aires, y actualmente estoy “intentando” terminar la carrera de Diseño Gráfico en Rosario. Mis días durante la semana son bastante monótonos, algo contra lo que lucho desesperadamente y en cuanto tengo la oportunidad de escaparme a caminar, o alejarme de esa situación, lo hago. Viajo todos los días para cursar, no estoy viviendo en Rosario pero estudio allá, lo que es cansador, pero en estos cuatro años de viajes diarios he visto los mejores amaneceres del mundo, de San Nicolás a Rosario hay aproximadamente unos 70 kilómetros de campo.
Hasta el día de hoy no puedo discernir si dibujar para mí es un hobby o no. Supongo que mientras sea un acto de placer, funcionara como hobby.
Cuando tengo un tiempito me siento a tocar el piano. Es una de las cosas que más disfruto: ahí no hay reglas. Eso sí: toco para mí, me da muchísima vergüenza que alguien me escuche. También me gusta salir a sacar fotos… no soy muy buena porque nunca fui a aprender y cada vez le dedico menos tiempo, pero es algo que me hace feliz, más que nada el proceso, y esa curiosidad y ansiedad que te genera no saber cómo van a salir, uso cámara analógica.
Creo que tengo una especie de amor y odio con todas las cosas… no hay nada que ame completamente o que odie completamente… Hay días que me levanto y quiero ser otra persona, otros días me levanto y digo: me encanta lo que hago, me encanta dibujar y es lo mejor del mundo. Creo que las palabras amor y odio deberían ir siempre juntas.
Podría pasarte una lista interminable de artistas que me parecen estupendos, de acá, de afuera, conocidos y desconocidos. Uno de mis pintores favoritos es René Magritte. Siempre admiré la simplicidad con la que compuso sus cuadros, y por otro lado, la enorme carga simbólica que tienen, ni hablar estéticamente. Ilustradores, fotógrafos, músicos, creo que depende el día y mi estado de ánimo varían, y son determinantes a la hora de ponerse a hacer cosas. Son muchas formas diferentes de ver el mundo que al mismo tiempo te ayudan a armar uno nuevo.
Admito que si no fuera por Liniers no habría intentado empezar con esto. Desde mi humilde ignorancia siempre pensé que las historietas tenían que ser o de humor o de ciencia ficción… y todo el fenómeno Liniers me cambió ese erróneo concepto totalmente. Obviamente con el paso del tiempo uno crece, y creo que pude despegarme de Liniers y de a poco ir encontrando mi estilo.
El comic para mi es una forma de catarsis. Una forma de decir de otra manera lo que no me animo a decir con la boca. Siempre que tengo algún problema, enseguida lo dibujo, porque de esa forma, muchas veces convertido en “chiste” o en algo estéticamente agradable, el problema se transforma en algo lindo, incluso se minimiza. Encontré una forma de verme y conocerme a mí misma, y que compartiéndola te das cuenta de que a mucha gente también le pasa, le agrada, le genera algo o le recuerda alguna situación parecida, y que las personas somos todas parecidas, aunque no nos guste que se note.
Mi inspiración es el mundo, lo que veo todos los días cada vez que me levanto. Así de grande y así de simple también. Mi casa, las personas que me rodean, las cosas que me pasan día a día. La música que escucho, alguna película que vi, los problemas que te van apareciendo sin querer o queriendo, un viaje, un amigo, un enemigo, todo aporta.
En algùn futuro, me gustaría comenzar a publicar en papel, en algún medio impreso. Pero creo que tengo todavía mucho por hacer y mucho que trabajar. Ojalá algún día pueda cumplir el sueño del pibe, que es publicar un libro.
A los que recién empiezan no tengo más que decirle lo mismo que me digo a mi misma todos los días, ya que yo también estoy empezando: esto tiene que ser por placer, pero a la vez con esfuerzo. Si algún día dibujar dejara de ser para mí un placer y se convirtiera en un obligación, creo que no valdría la pena. Y este punto es algo que compartimos todos y que a veces en el afán de darse a conocer terminamos haciendo cosas que no nos gustan y desgastando nuestras ganas. Si les gusta lo que hacen, si lo disfrutan, como dice mi abuela, un paso atrás de otro y con una sonrisa en la boca. O un lápiz en la mano.
5 cosas que quiero decirle a muchas personas:
A los que todavía me quieren, gracias.
A los que me dicen que lindos dibujos!, gracias, me hacen felíz.
A aquellos con los que tengo diferencias, gracias, me gusta tener diferencias.
A mis amigos, incluyendo los imaginarios, gracias.
Al que inventó la tortilla de papas, gracias, sos un genio.
Para ver otros trabajos de Marcela:
FLICKR: www.flickr.com/photos/ olafthedeer
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