Situación de comunidades mapuches en resistencia del río Pilmaiken y de los detenidos en el allanamiento de la comunidad el Roble-Carimallin (región de Los Ríos – Chile) el 30 de enero del 2013.
En la
madrugada del 30 de enero, efectivos de la Policía de Investigaciones de Chile irrumpieron violentamente
en la casa de Millaray Huichalaf, machi de la Comunidad El Roble
Carimallin, en la zona del rio Pilmaiken. En ese lugar se tomó detenidas a seis
personas acusadas “de
un ataque incendiario en el fundo Pisu Pusué”[1], cercano a Rio Bueno en la región de los Ríos.
Los detenidos fueron Fennix Aquiles Delgado Ahumada (25), Cristian Ignacio García Quintul (22), Facundo Francisco Jones Huala (28), Álex Daniel Bahamondes Garrido (35), Millaray Virginia Huichalaf Pradines (23) y Tito Lautaro Cañulef Neipán (27). Tito también es machi, de San Juan de la costa, localidad a unos 70 kilómetros de este lugar. Estos hechos han causado inquietud y preocupación en el mundo mapuche y en los grupos solidarios con su causa, ya que en estos momentos la represión está apuntando contra machis: representantes espirituales, encargados de la salud dentro de la cosmovisión mapuche. Según el fiscal Sergio Fuentes, quien investiga el atentado en el fundo Pisú Pisué, existiría una relación entre las autoridades tradicionales mapuches y actos delictuales, y son parte de un análisis que se está haciendo recientemente desde el Ministerio Público. El fiscal regional de la Araucanía Francisco Ljubetic, persecutor de las principales causas contra mapuches, dijo el mismo día del allanamiento: "llama la atención que sean tres líderes espirituales de comunidades distintas que han sido detenidos por la presencia de armamento (...) Esto llama al menos a una reflexión"[2], en alusión a los machis detenidos. Esta sería una nueva táctica del estado chileno y el gobierno de turno por debilitar al pueblo mapuche en lucha por recuperar sus territorios, criminalizando y deteniendo arbitrariamente a sus autoridades religiosas y políticas tradicionales.
Los detenidos fueron Fennix Aquiles Delgado Ahumada (25), Cristian Ignacio García Quintul (22), Facundo Francisco Jones Huala (28), Álex Daniel Bahamondes Garrido (35), Millaray Virginia Huichalaf Pradines (23) y Tito Lautaro Cañulef Neipán (27). Tito también es machi, de San Juan de la costa, localidad a unos 70 kilómetros de este lugar. Estos hechos han causado inquietud y preocupación en el mundo mapuche y en los grupos solidarios con su causa, ya que en estos momentos la represión está apuntando contra machis: representantes espirituales, encargados de la salud dentro de la cosmovisión mapuche. Según el fiscal Sergio Fuentes, quien investiga el atentado en el fundo Pisú Pisué, existiría una relación entre las autoridades tradicionales mapuches y actos delictuales, y son parte de un análisis que se está haciendo recientemente desde el Ministerio Público. El fiscal regional de la Araucanía Francisco Ljubetic, persecutor de las principales causas contra mapuches, dijo el mismo día del allanamiento: "llama la atención que sean tres líderes espirituales de comunidades distintas que han sido detenidos por la presencia de armamento (...) Esto llama al menos a una reflexión"[2], en alusión a los machis detenidos. Esta sería una nueva táctica del estado chileno y el gobierno de turno por debilitar al pueblo mapuche en lucha por recuperar sus territorios, criminalizando y deteniendo arbitrariamente a sus autoridades religiosas y políticas tradicionales.
La comunidad de El Roble Carimallin se encuentra entre los ríos Chirre y el Pilmaiken, que nace del lago Pullehue, en el límite de la región de Los Ríos y la de Los lagos al sur del territorio de Chile. El río Pilmaikén une distintos territorios habitados por comunidades mapuches: Boquial, Mantilhue, El Roble, Maihue, Lumaco. A las orillas de este afluente existe un complejo ceremonial espiritual mapuche conocido como Ngen Mapu Kintuante. Este lugar se encuentra habitado por los espíritus protectores Kintuante y Kilenwentru. Ambos espíritus están ahí para ayudar al mapuche, darle fuerzas, salud y bienestar; dar la fuerza y la energía a los sembrados para obtener buenas cosechas; también para que se mantenga la unidad como Lof[3].
Tanto las comunidades del sector, antropólogos e historiadores coinciden en decir que este lugar une todos los elementos de la cosmovisión mapuche. Según el antropólogo Rodrigo Moulian, este lugar “Es un complejo sagrado donde hay distintos componentes: hay un cementerio que está en uso; un antiguo guillatuwe [lugar donde se realizan rituales]; dos renü, que son cuevas que presentan la capacidad de abducir a las personas, espacios liminales a través de los cuales se puede pasar de una dimensión a otra del wallontumapu (universo mapuche); una antigua vertiente que va hacia el río; el propio río que es un espacio a través de cual viajan los espíritus, una especie de anfiteatro natural donde se mueven estas entidades espirituales que son Kintuante y Kilenhuentru. Por lo tanto es un conjunto de elementos que constituyen un paisaje sagrado el que se ve amenazado”[4].
EL Ngen
Mapu Kintuante está amenazado, por un lado, por el actual propietario del lugar
y, por otro, por la empresa eléctrica Pilmaiquén S.A. que pretende construir dos
centrales hidroeléctricas, ambos amparados por las políticas del Estado.
Usurpación del territorio.
Por una parte, después
de la segunda mitad del siglo XIX el estado chileno y las autoridades locales
comienzan con un proceso de usurpación de los terrenos que hasta ese momento
eran exclusivamente mapuches. Grandes extensiones de terrenos fueron entregadas
a colonos, junto con herramientas, materiales de construcción y animales. Es
así como el terreno donde se encuentra el Ngen Mapu Kintuante queda en manos del
colono alemán Ruperto Schwanner[5], pasando de mano en mano
winca[6], hasta quedar actualmente
en manos del pastor evangélico y ex carabinero, Juan Heriberto Ortiz. Este sujeto realizó una serie de acciones
para que desaparezca el lugar, prohibiendo el ingreso de las personas que
acudían a él a hacer sus rogativas, intentó quemarlo, y, últimamente, realizó
talas ilegales de árboles milenarios.
Hidroeléctricas y poder político.
Por otro lado, en el año 1962 en este río se
construyó la Central
Pilmaiquén, una de las primeras hidroeléctricas que se
hicieron en Chile y que fue privatizada al ser vendida a ENDESA en 1999, que, a
su vez, actualmente es propiedad de la empresa italiana ENEL. No es casualidad
que en este proceso de privatización, que se dio en plena dictadura, haya
estado involucrado Hernán Büchi, ex
ministro de hacienda durante la dictadura de Pinochet, ex candidato a
presidente de la república de Chile y actual miembro del directorio de la Empresa Eléctrica
Pilmaiquén S.A.. Otro integrante del directorio es Bruno Phillipi, amigo
personal de Büchi y su asesor en tiempos de que este era ministro, se le señala
como uno de uno de los diseñadores de la privatización de la electricidad
a nivel nacional y específicamente de la planta Pilmaiquén. Esta misma compañía logró que, durante el año 2006, la CONAMA[7] aprobara el proyecto
central Rucatayo sobre el mismo río, que ya está en funcionamiento. Además, el
2009 se aprueba el proyecto central Los Lagos y central Osorno. Todos estos
nuevos proyectos hidroeléctricos no fueron consultados a las comunidades. Incluso,
los informes de impacto ambiental, que se hicieron antes de que se aprobaran
los proyectos, niegan la presencia ancestral de comunidades de pueblos originarios
-aunque estén organizadas y constituidas con personalidad jurídica- y la
existencia del espacio sagrado.
Resistencia y represión del Estado.
La indolencia del Estado chileno por reconocer que
en este lugar existe un complejo religioso ceremonial y de la existencia de
comunidad mapuche-huilliches[8], que estén bajo la
protección de la ley 19.253, que “Establece Normas Sobre Protección, Fomento y
Desarrollo de los Indígenas” y la ineptitud de las autoridades de la dirección
regional de la CONADI[9] que no han sido capaces de
llegar a un acuerdo de compra de este terreno con su actual dueño, ha llevado a
la gente de las comunidades a generar el movimiento que es conocido como la Resistencia del
Pilmaiken. Las comunidades han optado por organizarse para recuperar el territorio
usurpado, defender los bosques milenarios de la irracionalidad del propietario
legal del terreno, evitar que las hidroeléctricas inunden el Ngen Mapu
Kintuante, defenderse del terrorismo de Estado y la que los distintos gobiernos
han aplicado sistemáticamente contra el pueblo mapuche. Es por esta razón que
la represión apuntó contra ellos y por lo que el 30 de enero fueron encarceladas
seis personas, incluyendo dos machis. Buscan desprestigiar un movimiento que ha
unido a los más humildes del sector, que son controlados con armamento de
guerra por los caminos rurales, en el retén de carabineros instalado a pocos
kilómetros de la comunidad y también por funcionarios de la policía de
investigaciones que merodea en sus camionetas. Estamos hablando de militarización
de territorio. Millaray dijo poco tiempo antes de ser detenida refiriéndose al
Ngen Mapu Kintuante: “yo
sí o sí debo seguir yendo ahí a buscar las yerbas o debo seguir yendo ahí a
pedir los permisos para ir a otras partes, o agradeciendo ahí mismo. Eso es lo
que no entienden. Eso no se puede transar, independientemente en manos de quien
esté. Ahí es donde nace la resistencia, con esa fuerza, con la fuerza de ese
espacio. Por mantener vivo el ser mapuche. Más que una tradición, una forma de
vida. De ahí que emerge la resistencia más activa el movimiento social que
se generó acá. Más de cuarenta comunidades. Eso nunca se había visto acá, gente
que salía a la calle y no tenían miedo de los carabineros, aunque eran más
carabinero que gente. Siempre fue así. Como son proyectos grandes de inversión.
Todo esto se ha desarrollado en poco tiempo, como en cinco años y ha sido todo
muy rápido. Yo creo que por el mismo hecho de que acá sea un espacio
ceremonial, se movió el piso de una y estalló hasta el volcán [Cordón del
Caulle], fue todo como al mismo tiempo. Nosotros lo vemos como una reacción de
defensa de la misma tierra”. Lo que está en juego aquí es la vida de un
pueblo con su forma de vida, practicando sus creencias, rituales y su lengua.
La criminalización de los machis busca eliminar su cultura, su vida espiritual:
su esencia mapuche.
Por
la autonomía del pueblo mapuche,
Por
la liberación de todos los presos políticos mapuches,
Por
la desmilitarización del territorio mapuche,
Por
la defensa de rio Pilmaiken y del Ngen Mapu Kintuante.
Por la
liberación de los Conas y Machis secuestrados el 30 de enero de este año.
Hacemos
un llamado internacional a denunciar los abusos del poder económico y estatal
contra el pueblo mapuche y solidarizarse activamente con su causa.
Grupo de Apoyo a resistencia del Pilmaiken. Febrero 2013.
[1] http://www.biobiochile.cl/2013/01/30/arrestan-a-machi-y-a-extranjero-en-allanamiento-por-ataque-incendiario-en-rio-bueno.shtml
[2] http://www.emol.com/noticias/nacional/2013/02/01/582149/fiscalia-indaga-posible-relacion-entre-machis-y-hechos-de-violencia-en-la-araucania-y-los-rios-fds.html
[3]
Grupo familiar extenso o comunidad.
[4]
Citado por Hernando, Leandro y Mauricio San Cristóbal en “¿Quién está detrás de
las represas en el Pilmaiquén” http://www.elciudadano.cl/2011/12/01/44817/%C2%BFquienes-estan-detras-de-las-represas-en-el-pilmaiquen/
[5] Correa, Martin.
2011. “El territorio mapuche de Maihue/Carimallin/El Roble y es espacio sagrado
Kintuante: la consolidación de la usurpación”. En http://observatorio.cl.pampa.avnam.net/sites/default/files/biblioteca/informe_el_territorio_mapuche_de_maihue_carimallin_el_roble.pdf
[6] Palabra del mapuzungun que
designa al no mapuche.
[7] Corporación Nacional de Medio
Ambiente.
[8] Huilliches es el nombre que se
da a los mapuches del sur.
[9] Corporación Nacional de
Desarrollo Indígena.
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