En el verano de 1965, estallaron disturbios en el barrio de Watts en el sur de Los Angeles. Durante un período de seis días, 34 personas murieron, hubo más de 1.032 heridos y 3.438 detenciones. En 1966, la revista LIFE fue a visitar el sitio en donde sucedió uno de los peores disturbios que EEUU había visto en su historia. El
reportaje fotográfico muestra a las 'temibles pandillas
callejeras", sin embargo, resultó más como una producción de moda.
Vestidos
con cardigans de muy buen gusto, pantalones de talle alto y enrollados, con sus
Wayfarers, estos jóvenes de South Central de Los Ángeles
eran un manojo inequívocamente dandy.
La comunidad afro americana en Watts llegó a su punto de ebullición en agosto
de 1965 después de años de discriminación por parte de la policía, la falta de empleos con buenos salarios y la segregación residencial.
La creciente violencia racial perpetuada hacia los negros provocó que se organizaran en pandillas. En la década de 1960, la
policía de Los Ángeles era conocida sobre todo por su brutalidad
policial contra los residentes latinos y negros de la ciudad. El
jefe de la policía, William Parker hizo una política para "establecer el dominio" sobre los jóvenes adolescentes
negros y latinos como una forma de demostrar quién
mandaba. Frecuentes
palizas, detenciones injustas y agresiones hacia las mujeres se
convirtieron en la norma para la comunidad afroamericana. En
la noche del 11 de agosto, la población afro-americana Watts llegó a un punto
límite.
Los disturbios comenzaron después de que un joven afroamericano fuera
detenido por agentes de la policía por sospecha de conducir ebrio. Cuando la familia del conductor se involucraron para defenderlo, fueron detenidos también, incluyendo a su madre. Los residentes locales se reunieron y la situación se intensificó. Veintinueve personas fueron arrestadasí. Durante las noches siguientes Watts estaba en llamas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario